Misión en la Amazonía en tiempos de pandemia
(Comunidad Inter-Congregacional en Puerto Maldonado)
“En aquellos días, se levantó y se puso en camino María y se fue de prisa a la región montañosa, a
una ciudad de
Judá… En cuanto oyó Isabel
el saludo de María, saltó de gozo
el niño en su seno» Lc. 1, 39-41
La Comunidad Religiosa Inter-Congregacional
Itinerante de Puerto Maldonado, conformada por: Manuela Vásquez, Mercedaria Misionera, Urszula Myszak, de la
Sagrada Familia de Burdeos y Alicia Mamani, SS.CC. llegó el 11 de marzo de 2020
a la Región de Madre
de Dios, en un clima del avance del contagio del COVID19, con el objetivo
comunitario de: “Ser signo del Amor de Dios
y testimonio de comunión al interior de la misma y para los otros, en actitud de apertura y sencillez, para caminar sinodalmente en el sueño de una
evangelización ecológica
e integral, acompañando de cerca a las comunidades indígenas en el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado”.
Las hermanas reconocen oportuna
esta palabra que dice, “todas las obras del Señor son verdaderas,
rectos sus caminos y sus juicios son justos” Dan. 3, 27. Al 5to día de su llegada, el Presidente del Perú declara la cuarentena
nacional, en el intento de frenar el avance de la pandemia, cuya medida
continúa hasta el día de hoy, 20 de agosto del 2020. Esta situación hizo que
las comunidades nativas cierren sus puertas para que nadie “salga” ni ingrese a ellas” en su afán de protegerse del contagio.
La nueva realidad, se les presenta a las
hermanas con nuevos retos, generando y abriendo también
nuevas posibilidades de servicio a las comunidades nativas amazónicas, para la
cual han sido enviadas por la Conferencia de Religiosos del Perú; sin embargo, no se puede negar que la situación las ha favorecido, para vivir la integración
comunitaria, dinámica que ayuda expresar el testimonio comunitario y hacer un lugar
agradable para que cada una se sienta
ella misma; hermanas con espiritualidad y carisma propio heredada de sus
fundadores, fundadoras. Asimismo, la cuarentena ha permitido a ellas, un
conocimiento previo vía internet de las
7 Etnias (Yine, Ese E’ja, Harakbut, Machiguenga, Amahuaca, Kichwaruna y
Shipibo) de Madre de Dios.
Asentada la base comunitaria, con un “arco iris” de espiritualidad, el avance del COVID19 que no perdona en su camino a nadie, invade a las comunidades nativas, cobrando vidas y contagiando a muchos (Al 14 de agosto se tiene: 8,231 contagiados, 1975 dados de alta y 304 fallecidos). La realidad hace que la comunidad Religiosa se ponga en movimiento y en búsqueda de nuevas luces; en actitud de contemplación y de escucha, buscan contactos con otros, naturalmente, ya no en encuentros directos, sino por las nuevas formas de comunicación como son: vía zoom, webinar, diálogos por celular y así escuchan los clamores y gemidos ocultos de los demás y pueden decir “estaba aquí el Señor crucificado y no nos habíamos dado cuenta”.
Ante el clamor por la carencia del pan, la
salud y la educación, especialmente, entre los
nativos que viven en las periferias de la ciudad de Puerto Maldonado y
en general en las comunidades al interior de la Amazonía de Madre de Dios, la solidaridad
se viste de verde, es hora de tocar
puertas y unir fuerzas; es así,
las hermanas se suman a la gran campaña de Solidaridad encabezada por CARITAS
Madre de Dios, para reforzar con medicamentos a los Hospitales de Puerto
Maldonado con el Lema “Seamos uno, a Madre de Dios la salvamos todos”.
Asimismo las hermanas,
elaboran Proyectos de nutrición y salud: 350 canastas de alimentos y Kits de
aseo, subvencionados por la CONFER PERU y ADVENIAT; Medicinas y Equipos de
Protección para 21 Postas y Centros de Salud ubicados en las comunidades indígenas amazónicas de Madre De Dios, subvencionados por SELVAS
AMAZONICAS, JESUITAS, UISG (Unión Internacional
de Superioras Generales), Hnas. De la Sagrada Familia de Burdeos, Hnas. De la
Bienaventurada Virgen María, CARITAS DE MADRE DE DIOS, Misión San Jacinto de Puerto Maldonado,
familiares y amigos.
Es hora de articular esfuerzos, animadas por los proyectos que han ido
aprobándose, las hermanas realizan
las coordinaciones pertinentes con
Monseñor David Martínez
de Aguirre Guinea, Obispo del
Vicariato Apostólico
de Puerto Maldonado; con Sr. Julio Ricardo Cusurichi Palacios, Presidente de FENAMAD (Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes); Señor Luis Tayori, Coordinador de
Pastoral Indígena y representante del Ejecutor del Contrato de Administración
de la Reserva Comunal ECA Amarakaeri, con el Sr. Fermín Chimatani,
Presidente de ANECAP (Asociación Nacional
de Ejecutores de Contratos de Administración de las Reservas Comunales del Perú), con
Hna. Zully Rojas, miembro de la Pastoral Indígena, Con Juan Carlos Navarro, director de CARITAS de Madre de
Dios. Todo, para encaminar los proyectos que comprende la elaboración del mapeo
para ubicar a los hermanos indígenas más necesitados; para el uso de la movilidad
en el reparto de las canastas, para la selección de los 21 Postas y Centros de
salud de 37 comunidades nativas de Madre de Dios y su ejecución; para la compra
y traslado de medicamentos.
A
ejemplo de María es hora de salir con prontitud: Lo importante es salir, ya no
de Lima, ni de Europa como Hna. Urszula
que salió de Polonia; hay que ir a las periferias de la ciudad, y en lo posible a
las comunidades nativas, es allí donde se les ubica a los más
vulnerables.
Una vez más, el Señor toma partido por los pobres, la disponibilidad toma cuerpo:
el 26 de junio se suma a la comunidad Hna.
Miroslava Santillán, religiosa del Instituto de la Bienaventura Virgen María,
de profesión enfermera.
Con la presencia de Miroslava y con Urszula, las dos enfermeras, se abre la
atención de salud integral en las Comunidades nativas bajo la dirección de la
Dra. Ana Cecilia Chávez, de Redes de Salud Periféricas de Madre de Dios
(DIRIS). Las dos hermanas hasta el día de hoy laboran en primera línea, todos
los días con pacientes con Coronavirus, atendiendo y haciendo seguimiento a los
enfermos en las diferentes comunidades nativas y participan en las campañas de
Salud junto con el personal de salud del MINSA.
Otro
desafío que vive la
comunidad es la tarea de hacer llegar los medicamentos, equipos de protección
personal necesarios a los 21 centros y puestos de Salud por la geografía del
territorio; a algunos de ellos ya se les está haciendo la entrega y con otros están en coordinaciones.
Las Campañas de Salud en las comunidades nativas tienen por
objetivo diagnosticar a los enfermos con
covid19, administrar el tratamiento adecuado y oportuno, pero también atender otros tipos de dolencias. Se
realizan pruebas rápidas y el personal de salud se compromete para hacer el
seguimiento a cada paciente. Constantemente el equipo de salud varía por la
renuncia de médicos, MINSA Madre de Dios ofrece 9,000 soles a los médicos,
mientras que otras Regiones en el país ofrecen hasta 20,000 soles, es muy difícil contar con médicos. Por tal motivo CARITAS de Madre de Dios y la CONFER del Perú están lanzando una convocatoria para contratación de personal médico, ofreciendo un salario
mensual de 10,000 soles por 3 meses, se
espera conseguir el apoyo financiero para 7 meses más. Con el personal
contratado, las hermanas enfermeras asegurarán la atención en las comunidades
nativas de forma permanente y eficaz.
La actividad del reparto de canastas, ha
permitido conocer los casos más vulnerables, que después
sirvió para
“salvar” vidas, como fue el caso de unas familias de la etnia Machiguenga, que viven
en calidad de migrantes, a 17 Km de la ciudad de Puerto Maldonado cuidando propiedades privadas. Ellas vienen de la
comunidad indígena
de Yomibato - Provincia de Manu, a 8 días de viaje en tiempos de lluvia y en tiempos de sequía hasta en 15
días, haciendo la travesía por vía terrestre y fluvial. En esta familia se
descubrió a una persona enferma, al regresar con un médico la semana siguiente
se conoce que la persona ya había fallecido. A la viuda se le encontró con neumonía, a los miembros de la familia se les realizó la prueba de tamizaje
para Covid19, de 15 pruebas rápidas, 13 salieron positivas. Con las visitas
frecuentes de seguimiento, realizadas por las hermanas a las familias, todos se
han recuperado con la bendición de Dios.
El “amor no dice basta”, que el Señor de la vida
nos siga llevando a todos, surcando caminos de esperanza y haciendo que la vida
salte en todos los vientres de nuestros hermanos y hermanas.
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